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El Gobierno de La Rioja ha actuado siempre con el rigor necesario para poner orden en el reparto de autorizaciones de plantación

09-04-2018
Agricultura
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Los jóvenes agricultores y todo el sector pueden estar tranquilos, el objetivo final es que únicamente plante viñedo quien verdaderamente cumpla los criterios marcados

Ante las declaraciones realizadas hoy, día 9, por dirigentes del PSOE de La Rioja sobre las autorizaciones de plantación, el Partido Popular de La Rioja subraya que el Gobierno de La Rioja ha actuado siempre con el rigor necesario para poner orden y cordura en el reparto de autorizaciones de plantación de viñedo.

           En este sentido, la actuación de la Consejería de Agricultura en este asunto sirve, además, de advertencia de cara a futuros repartos porque no todo vale en el proceso y todos los solicitantes deben cumplir los requisitos exigidos.

           A este respecto, el objetivo final es que únicamente plante viñedo quien verdaderamente cumpla los criterios marcados en la normativa. Eso precisamente es lo que quiere garantizar la Consejería y para lo que se está trabajando intensamente, por lo que los jóvenes agricultores y el conjunto del sector pueden estar tranquilos.

           Por lo tanto, las críticas del PSOE carecen de fundamento y no por repetitivas van a ganar en consistencia. El Gobierno de La Rioja no ha hecho ningún daño a la imagen y al prestigio del Rioja, sino más bien al contrario. En este asunto, el PSOE siempre ha ido a remolque y movidos por un único interés partidista.

           Los socialistas son unos oportunistas porque saben perfectamente que ellos no han tenido nada que ver en la decisión de la Consejería de iniciar la revisión los expedientes, ni tampoco han ayudado en lo más mínimo a esclarecer ningún expediente. A pesar de tener en su poder todos los expedientes de solicitudes de nuevas plantaciones de viñedo y de los reiterados requerimientos realizados para que hagan constar las irregularidades que pudieran haber visto, hasta el momento no se han dirigido a la Consejería para denunciar ningún caso, limitándose a denunciar públicamente de manera genérica el ‘desastre’ del reparto.

           Del mismo modo, tampoco son comprensibles las declaraciones sobre el proceder del Consejero, ya que no se le puede hacer responsable de los intentos de aparentar el cumplimiento de los requisitos exigidos cuando es responsabilidad individual de cada solicitante. Como se explicó públicamente, muchos de los expedientes tenían que ser objeto de un análisis a posteriori, ya que en apariencia y sobre el papel cumplían los requisitos. Precisamente por este motivo se inició el proceso de revisión para garantizar un reparto justo.